Día 10, sábado de “fiesta”

Me cuesta escribir…creo que disfruto mucho no tener que usar el computador ni pegarme a internet. Hoy fue sábado, un día un poco mas tranquilo ya que después del circulo de la mañana tuvimos libre y no había que hacer limpieza…por lo tanto: PLAYA! Ya me conocen aquí como una amante de la playa, no me identificaba como una pero paree que lo soy ante los ojos de los demás. Me gusta ir en cada oportunidad que tengo así que después de almuerzo volví a ir. El agua es de una temperatura deliciosa, las olas no son demasiado grandes, la arena es blanquita, no hay nadie en el mar…relajación y felicidad total.

La clase de yoga de la tarde fue en parejas y super divertida. Lamentablemente es el último día de mis dos compinches de aquí, Hayley y Martin, así que por la noche nos fuimos a comer una merecida veggie burger que teníamos antojada desde hace días. No nos habiamos dado cuenta lo mucho que extrañabamos la comida. Aqui en el templo la comida es rica, pero cocinan en cantidades masivas así que todo sabe bastante parecido, además la mitad del tiempo no es muy seguro que se come y todo se mezcla en un tazón asi que sabe como a una mezcla de todo. Pedimos (todo vegano en un café muy rico que hay al final de la calle principal) cada uno una hamburguesa, unos nachos, hummus y papas/camote frito. Felicidad total y absoluta. Comimos con tantas ganas que obviamente quedamos como unas boas después de tanta comida. Habíamos planeado con otros del centro ir a un mini cine (sala alquilada que uno escoge la película), pero después de comer estábamos mega aperezados…el problema es que teníamos que decirle a la otra mitad del grupo que estaba cenando en otro restaurante. Nos encontramos a mitad de camino y resulta que estaban igual de perezosos que nosotros…así que nuestra emocionante noche “por fuera” culmino llegando al templo a las 8 p.m.

Me gusta la rutina de estar aquí la verdad. El primer día que llegue tenia pensado cancelar mi segunda semana con excusas de visa (no eran excusas… ya lo resolví aunque me costo un ojo de la cara) pero me alegro mucho quedarme esta segunda semana, obligarme a mirar hacía adentro, a leer mas, y a disfrutar del yoga, la playa y todo lo que tiene este lugar para ofrecer. 

marianto

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