Día 12, un buen día (Versión 2)

La vida definitivamente sabe como jugarle una mala pasada o ponerle pruebas a uno. Acababa de escribir probablemente el post mas largo, detallado y honesto con el titulo “hoy fue un buen día” cuando undo “publicar” y todo se borra…todo. Pero bueno, lo veo como una prueba y simplemente me tocará intentar volver a escribirlo aunque la verdad muero de sueño y la lluvia me arrulla (además enfriando el cuarto). Haré el intento de que sea igual de bueno que el primer escrito:

Hoy fue un buen día. Amanecí enérgica, sonriente, y como con ganas de hablar con “mi gente.” Normalmente no prendo mi celular hasta después de las 11 que terminamos con las actividades de la mañana y a esa hora el otro lado del mundo ya esta dormido. Pero hoy, gracias a un par de sueños divertidos, si tenia ganas así que escribí y llamé. No con tristeza o añoranza pero con alegría. 

La clase de yoga de la mañana fue la clase mas difícil que he hecho desde que llegue. Trabajamos mucho estiramiento de la columna, mucho trabajo de pie, mejor dicho…chorreaba sudor de mi nariz al piso. Tengo la espalda alta cansada y amarrada, probablemente mañana me haga un masaje que debe ayudar pero pues no es culpa del yoga únicamente, esos músculos vienen amarrados desde muchísimo antes. Aunque haya sido la clase mas dificil, también fue la mas satisfactoria. No porque no la sufri, simplemente porque en ningún momento me sentí frustrada o brava conmigo misma (cosa que pasa normalmente en yoga). Y es que, para mi por lo menos, el yoga es como una metáfora de lo que vivimos en el día a día. Vamos a encontrar obstáculos y dificultades pero nuestra actitud hacia ellos pueden hacer la diferencia entre el sufrimiento y el crecimiento (wau, que profunda que estoy sonando). Igual, no estoy diciendo que todos los días sea así de fácil no ponerse brava o frustrarse pero para mí fue muy importante que esto pasara inconscientemente. 

Después del desayuno nos reunimos para comenzar el día y como es lunes hacemos algo de baile. Recuerdo hace una semana lo incomodo que se sintió, pensando “que estoy haciendo aqui? esto no es para mi” y hoy ya bailando feliz, aplaudiendo al ritmo de “Happy” y sudando como loca. Hoy ademas era responsable de leer la “cita del día” la cual había escrito/dibujado hacia unos días. Y dice, “Take only memories, leave only footprints” / “Llévate solo recuerdos, deja solo huellas.” Fue une cita que encontré unos meses después de la muerte de Cris y la llevo conmigo desde entonces. Es un recordatorio que solo debemos dejar huellas en los corazones de los que conocemos y llevarnos solo buenos recuerdos pues al final, es todo lo que nos podemos llevar. Bueno, y también aplica para ir a la playa o a acampar…dejar solo huellas y no llevarse/dejar nada. 

En ‘Karma Yoga’ me toco recoger mangos que es la tarea que menos quería porque implica pisar por donde esta el pasto húmedo (mosquitos) y agarrar mangos podridos y olorosos. Sin embargo, la vida me hizo un regalito y apenas comencé pusieron “Despacito” así que buena parte de mi tarea la hice cantando y moviendo la cintura (era la versión de Justin Bieber pero no se puede pedir tanto). 

La sesión de ‘Dharma’ de hoy me gustó mucho. Después de una cortita meditación hablamos un poco sobre los chakras y después nos dibujamos. En el tablero estaban unas frases por completar para cada chakra y debíamos dibujar o escribir sobre nuestro cuerpo la “respuesta” a estas preguntas. Eran de bastante reflexión y hubo algunas que no respondí pero así me quedó (y en el orden que las respondí):

  • Manos – Lo que necesito: Amor. Aunque se que muchos me lo dan, no soy capaz de recibirlo plenamente. 
  • Corazón – Mis emociones dominantes: Explosivas
  • Garganta – Mi verdad: No la puedo decir, no expreso lo que siento
  • Cabeza – Mi propósito en la vida: Aprender y enseñar: conocimientos, experiencias, sabiduría
  • Sacro – Lo que quiero crear en mi vida: Seguridad. 
  • Raíces (yo lo dibuje en los pies) – Me siento estable/segura: Con mi familia, en mi hogar
  • Piernas – Adónde voy: No se adónde pero sé que quiero ir con confianza y optimismo

Después de almuerzo me pegue una escapadita a la playa dónde me encontré con la profe de yoga, Amanda, y tuvimos une buena conversa. Leí un poco mas sobre el budismo en un libro que tomé prestado de aquí y hasta alcance a hacer una mini siesta antes de volver a clase de 4:30.

La clase de la tarde fue super tranquila, estiramiento profundo y no mucho movimiento. Se enfocó en las caderas y la profe en algún momento dijo que trabajar esa zona a veces podía traer emociones. Bueno, al terminar y estando en shavasana simplemente comencé a llorar. Pensé en que ya han sido 10 años desde que murió Cris. 10 años. Una vida entera. Pensé en pararme e irme de la clase pero decidí quedarme y aceptar esa tristeza, aceptar esas lágrimas y dejar que salieran, no dejar que la tristeza ganara control de mi (la opción era básicamente irme a llorar al cuarto) y al terminar la clase, con el corazón un poco hinchadito nos reunimos todos en un circulo (todas las tardes) y en unos minutos estaba riendo nuevamente. No es que no estuviese triste ni me doliera simplemente no dejé que determinara el resto de mi día. Estos últimos días he hablado mucho de él, de lo que paso, y simplemente estoy aceptando todas las emociones que eso implica y que a veces no quiero reconocer por falta de tiempo, por mantenerme ocupada, y bueno…aquí no “tengo” que hacer nada como excusa. 

Después de cenar es la meditación y la verdad no tenia muchas ganas de hacerla, creo que por estar todavía sensible no quería dar pie para entrar a llorar o algo. Pero bueno, me quede conversando después de cenar con una argentina que llego ayer (wee español!) y a las 8 que sonó el gong literalmente me obligue a ir diciéndome “las cosas que menos quieres hacer terminan siendo las que mas disfrutas”. Dicho y hecho. 

Hicimos una meditación de Osho. Fueron cuatro partes. Primero meditación silenciosa, después con un “mmmmm” repetido, después haciendo movimientos con las palmas de las manos hacia arriba sacando todo lo que no queremos y después con las palmas hacía abajo recibiendo lo que queremos. Fueron como 45 minutos de meditación y fui muy feliz, me obligo a pensar mucho que es lo que queria sacar y que queria atraer. Al principio pensaba en diferentes cosas (una en cada “ronda”) y lentamente se fueron aclarando a que quiero sacar el miedo (a morir, a no ser capaz de recibir y dar amor plenamente, a no ser lo suficientemente buena) y quiero recibir paz (paciencia, tranquilidad (tanto emocional como economica…beca!))

En conclusión, fue un buen día y me voy a dormir agradecida por estar justamente en este momento y lugar. 

 

 

marianto

2 Comments

maria isabel borrero

Este 12avo día me llego al alma, a veces escribo aquí y no se si llegara a algún lugar o a ti, pues no los veo…pero lo hago de nuevo como esperando que si deben llegarte te llegaran.
Que proceso profundo dejar de hacer para sentir chiqui. Regularmente nos llenamos de ocupaciones y así no dejamos que los recuerdos nos ataquen y esos se quedan en el corazón resentido de no poder expresar. Me encanta que estés viviendo este proceso y sin darte cuenta te llenas de la paz que buscas, das amor y reflexión a todos los que te leemos y recibes lo dado. Te quiero mucho garrapata y “despacito”.. para que no quede nada oculto.

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Julián Vergara

Creo que fué al revés de las películas. Me atrevería a decir que tu segunda parte fué mejor que la primera. ( la que se borró)
Muy lindos pensamientos y muy bien escritos.
Sigue…sigue…

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