Día 4, llegada a Vagabond Temple

 

Aunque ayer no dormí sino una siesta de 45 min  en la tarde y logré mantenerme despierta hasta un poco después de las 9, a las 2.30 a.m. igual me desperté y estuve despierta casi una hora. Vale decir que era difícil dormirse sabiendo que “mi lado” del mundo estaba despierto a las 2:30 p.m. Logre irme a dormir a eso de las 3:40. 

A las 6 a.m. me desperté para alistar todo y alcanzar a desayunar antes de que llegaran por mi a las 7. Habia dejado mi maleta casi lista pues no quería hacer bulla a las del cuarto. Me cambie la ropa (si, no me bañe…preferí dormir 10 min mas y desayunar) e intentado ser lo mas callada posible saque mis dos morrales de un locker pequeño, tumbe mi otra cartera, me choque contra la puerta y al salir me trabé en el pasillo – igual creo que hice poco ruido. Al bajar ya había gente ahi. Me sorprendió lo callado que es el hostal donde me quedé. Hasta me sentía bullosa por hablar por teléfono con mis papás, había como 10 personas y nadie hablaba! Pedí mi desayuno de 2$, unos huevos con tostada y fruta y jugo de naranja pero decidí “tirar la casa por la ventana” y pedirme un smoothie de banano por 1$ adicional. Mientras desayunaba compré mi seguro de viaje cosa que se me había olvidado (muy mal) y apenas termine llegó el Sr. del bus por mi. Me senté en el puesto que había comprado con antelación y fuimos a esperar a la oficina principal por los demás pasajeros. 

Me alegró demasiado haber comprado el tiquete con antelación y escoger mi puesto. Estaba sentada en un puesto individual detrás de la puerta. Considerando que el bus se llenó y eran 5 horas me hizo muy feliz no tener que compartir espichada con nadie (aunque los asientos no eran taaan pequeños). Me puse pantalón largo pensando en los buses de Panamá y normalmente en los lugares calientes, que ponen el aire acondicionado a temperaturas árticas. Sin embargo, me equivoque y aunque no me morí del calor si hubiese preferido usar unos shorts. Sentí que salir de Phnom Penh tardó muchísimo. Claramente es porque no se donde “termina” por lo que sentí que las casas y tiendas de al lado de la calle fueron eternas. Eventualmente me dormí un rato y al despertar, 2h.30 después de haber salido, paramos en un restaurante al lado de la calle. Ya no aguantaba la espalda baja asi que no hice sino pararme y estirarme, compré un agua de aloe (intentado no comprar una gaseosa y la vaina supo igual de dulce) y me termine de comer mi paquete de papas. 

Continuamos el camino y ya no había casas ni tiendas, era todo verde. A lo lejos se ven unas montañas. Me acuerda a Panamá el color, si no estuviese tan destruido/construido todo alrededor de la panamericana se vería parecido. Pasamos por muchas hectáreas de palma, cultivo el cual ha destruido gran cantidad de hábitat en esta región y que no permite que nada crezca después. 

Casi 5h después de partir llegamos a Sihanoukville. Baje mis maletas y ya había tres o cuatro señores ofreciendo TukTuk. No sabia cuanto debía pagar pero antes de llegar revise y leí que por ser tan turístico en esa ciudad cobraban de más. El Sr. me dijo que me cobrara 7$, le dije que 3$. Quedamos en 4$. El recorrido duró unos 15 min. El teléfono al que llamaba para que me dirigieran no lo contestaban así que gracias a Google Maps, le mostré el lugar y llegamos sin problema. Era la 1:15 p.m. así que me recibieron directo con el almuerzo. Deje mis cosas, me puse shorts y baje a comer. Había mucha mas gente de lo que pensé pero muchos estaban yéndose esa tarde. Después de almorzar y desempacar, hice una mini siestita y a las 4:30 tuve mi primera clase de yoga. Lo más difícil fue hacer el switch a inglés pues estoy acostumbrada a Milvia y sus clases…obviamente la extrañe mucho. Fue una clase enfocada en estirar profundo y mantener la pose, trabajamos principalmente las caderas y dolió pero de ese dolor rico. Al terminar tuvimos tiempo libre, iba a escribir en ese momento pero me enfoque en llenar mi formulario de visa australiana que es eterno y que me encantaría recibir sin tener que irme hasta la capital. A las 6 cenamos y a las 7 fue la segunda clase, esta vez de Chi Kung. No lo había hecho anteriormente y me encanto, sentí que los movimientos son movimientos naturales del cuerpo, me acordé a cuando era pequeño y esa libertad con la que me movía sin pensar. Básicamente, al momento de pensar uno se vuelve un 8 y no logra coordinar. Son cosas sencillas pero la mente juega con uno y el querer hacer las cosas “exactas” como deben ser y no equivocarse pues…hacer que nos equivoquemos.

Intenté escribir antes de irme a dormir pero después de Chi Kung solo queria dormir. Cai profunda sin estar totalmente acostada siquiera y dormí como bebé con el ventilador refrescandome dentro de mi redecita antimosquitos. Comparto cuarto con otras dos chicas, y el baño con una mas que duerme afuera. El baño es minimo, con la ducha directo en el mismo baño, después les mostrare una foto. No es tan horrible como suena pero pues, si es incomodo que el piso este mojado la mayoria del tiempo. Creo que hay como 6 mujeres por cada hombre que he visto, pero todavía no logro saber cuantos somos en total pues hay muchos dormitorios dentro y fuera y no todos estan en todas las clases. Además, siguen yendo y llegando personas. 

marianto

1 Comment

Jimena

Creo q el primer día fue una buena experiencia. Q rico q vamos viviendo contigo este momento de tu vida. Besos

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